Los estudios nacionales emprendidos por el Estado y la sociedad civil sobre la magnitud del consumo de drogas han permitido reconocerla como un problema público de imperativa solución. sus impactos, vinculados a la violencia, costos sanitarios, accidentes, disminución de la capacidad laboral, inseguridad ciudadana, entre otros, refuerzan nuestra convicción de realizar investigaciones que permitan conocer la complejidad de este hondo problema, para una adecuada toma de decisiones. En ese sentido, el papel cumplido por estudios anteriores es muy relevante.