Varias investigaciones han demostrado que los animales se comunican entre sí. Pero, esa comunicación ¿es lo suficientemente sofisticada como para ser calificada de lenguaje? y, en caso afirmativo, ¿seremos capaces algún día de comprenderlo? Quizás algún día esas señales puedan ser analizadas aplicando la inteligencia artificial (IA). El uso de herramientas de aprendizaje automático ya ha permitido concluir que los elefantes se llaman por su nombre o que las ballenas se comunican de manera compleja.